Un artículo interesante para conocer los nuevos retos del profesional de ciencia de la Información, que nos lleva a reflexionar sobre nuestro verdadero papel en la sociedad.¿ Nos estamos dirigiendo hacia este nuevo perfíl ? Para ver el documento completo:
Nuevos retos del profesional de la información a las puertas del tercer milenio.
Desde el principio, hace más de un siglo, las bibliotecas han gozado de gran respeto, y mucho se ha escrito de su incalculable significado, pero ha prevalecido la opinión de que el bibliotecario era sólo un custodio que cumplía sus funciones si preservaba los libros de pérdidas y en gran medida de las polillas.
Desde la antigüedad hasta principios de los años 70, las instituciones de información tienen un carácter eminentemente cultural y su objetivo primordial es la protección de bienes, pero divorciadas del proceso social. Tienden al perfeccionamiento interno: conservación y ordenamiento. El trabajo se realiza de forma manual o con el auxilio de dispositivos mecánicos.
A partir de los años 70, hasta gran parte de los 80, surge INTERNET, y se crea una infraestructura tecnológica que posibilita perfeccionar procesos internos, como productos y servicios. Se crean bases de datos, CD-ROM, y poderosas redes de telecomunicación, con rapidez en las comunicaciones. La contradicción es entre su objetivo esencial y la satisfacción de las necesidades sociales de información.
En la década de los 90 se da un nuevo enfoque denominado estratégico, caracterizado por reordenar toda la institución bajo el principio de generar un pensamiento "de afuera hacia dentro", con la realización de un estudio de necesidades, prestación de los servicios, educación de los usuarios y promoción, lo que implica influir en el entorno, para satisfacer necesidades de los usuarios.
A las puertas del tercer milenio y en la llamada era de la información, todavía existen grandes preocupaciones dentro de la profesión, más que fuera de ella, acerca de nuestra imagen.
La situación económica, demográfica y social en general torna el ambiente laboral y profesional más competitivo y obliga, tanto a los profesionales como a las organizaciones a encarar estas situaciones enfrentando la gestión de la imagen y estratégico crítico.
El conocimiento se ha transformado en un recurso productivo de las organizaciones por lo que no es de extrañar que estas quieran gestionar el conocimiento, como han gestionado siempre las materias primas y los insumos necesarios para la producción; pero el trabajador de la información puede hacer una tarea fundamental si localizamos, organizamos, actualizamos, evaluamos la información que sea útil y sea generada por nuestra organización.
En el contexto de la economía del conocimiento ya no es pertinente realizar tareas basadas en las instrucciones que da otra persona, o libresco, un conocimiento enciclopédico que puede obtenerse en cualquier sitio. Lo que importa es la capacidad de transformar la información en inversiones e iniciativas.
Las tendencias principales que matizan el cambio de los enfoques de trabajo de las organizaciones en general y del profesional de la información en particular son: el desarrollo de una poderosa infraestructura tecnológica; la adopción de un enfoque mercadológico de la actividad, el suministro de productos y servicios de información con alto valor agregado, la evaluación de los productos y servicios de información, el diseño funcional de la organización, reorganización de los recursos humanos, la introducción de una concepción gerencial, la creación de sistemas de calidad; la formación de fondos y la organización de los recursos orientados al usuario; así como el desarrollo de la educación permanente y de las investigaciones.
En la actualidad comienza a advertirse un cambio en la concepción de trabajo de las organizaciones de información cuyo protagonista principal es el trabajador de la información, pues los usuarios se convierten en el interés principal de la institución y la tecnología no es capaz de reducir y adecuar por sí sola la información que se suministra a los usuarios. Los medios tecnológicos constituyen un instrumento de inapreciable valor, pero son herramientas para la realización del trabajo.
Muchos reconocen esta era como la era de la información. A partir del reconocimiento de ésta como tal, es que este trabajo se propone mostrar cuáles son los aspectos esenciales que atañen al profesional de la información, y las diversas actividades que puede enfrentar para lograr la actualización de conocimientos mediante el trabajo, el intercambio de ideas y el aprendizaje continuo.
Es a partir de la acción de estos factores que comienza la formación de profesionales de la información capaces de acometer labores informativas tanto en el campo de la bibliotecología como en el de las ciencias de la información. Y en este entorno, los profesionales de la información no pueden ser observadores pasivos, deben participar de forma activa en el proceso de la comunicación científica e influir positivamente en los acontecimientos, con vistas a elevar su prestigio entre la comunidad científica.
Por todo esto consideramos que el nuevo profesional de la información tiene que prepararse, conocer y ser capaz de utilizar con eficiencia:
1. Las nuevas tecnologías de la información: computación, tecomunicaciones. 2. La explotación de los recursos de información.
3. El diseño y desarrollo de productos y servicios de información de alto valor agregado.
4. La utilización de medios de información.
5. La edición de publicaciones.
6. Las actividades de mercados.
7. La implementación de un sistema de calidad en la gestión de información
8. La gerencia de las organizaciones de información.
9. La realización de investigaciones científicas con flexibilidad e inteligencia para enfrentar el desarrollo acelerado de la industria de la información.
¿ Estamos cumpliendo con este nuevo perfil ?
¿ Nos preparamos para aceptar estos nuevos cambios propuestos ?
¿ Usted que opina?
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