Va a leer periódicos de economía, oír audiolibros de gestión comercial y adelantar su tesis de grado en los cubículos de la Sala de Jurisprudencia, la que más le gusta.Nicolás hace parte de los 120 estudiantes que, en promedio, visitan cada noche la única biblioteca de la ciudad abierta las 24 horas del día, y que además de la consulta de textos educativos ofrece salas de libros valiosos, audiovisuales, música y hemeroteca. Amén de rincones dedicados al arte y nuevas tecnologías.
Este singular horario de atención fue creado en abril del 2003, por iniciativa de la vicerrectoría académica de la universidad. Desde entonces, la biblioteca es la única de Bogotá que ‘no duerme’ desde el lunes a las 6 a.m. hasta el sábado a las 7 p.m.Su directora, Luz María Cabarcas, señala "que los más beneficiados son los estudiantes y docentes de las carreras nocturnas, y los médicos del hospital San Ignacio, ya que la gran mayoría tienen que trabajar durante el día".
"Cuando tengo turno las 24 horas, me gusta venir a la Hemeroteca y leer revistas científicas de cirugía", cuenta el médico Martín Galindo. Mientras que para la estudiante Sara Correa, el horario es una ventaja: "Puedo pedir un documento a una universidad de Europa, y como allá es de día, me lo envían rápido".
Mucho más que libros Y es que además de consultar libros, los visitantes noctámbulos disponen de otros recursos. Por ejemplo, una amplia colección de mapas, diapositivas y publicaciones seriadas, en la hemeroteca. Proyectos de grado e investigaciones de la Universidad, en la sala de Tesis. Así como partituras, bases de datos y discos en la sala de Música. Según el bibliotecólogo Juan Pablo Cruz, las salas más visitadas en la madrugada son las de Música y Jurisprudencia.
El atractivo de la primera está en la posibilidad de que los visitantes hagan sus partituras en computadores con programas de composición. Y en la segunda hay documentos de altas cortes nacionales e internacionales."Con todo lo que se puede hacer el tiempo vuela y a uno se le olvida si es de día o de noche", dice Tiberio Pérez, profesor. Por esta razón, algunos como Sandra Cruz, quien cursa maestría en literatura, no dudan en afirmar que prefieren la noche: "A estas horas la biblioteca es muy tranquila y uno tiene acceso a lo que busca más rápidamente".
El Tiempo. Amanecer entre libros, música y conocimientos: la biblioteca que no duerme. 05 de marzo de 2006.
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